Shakira y Antonito de nuevo en Buenos Aires
Aparecieron de
golpe y concentraron las miradas de los que se encontraban ubicados en la
tribuna principal de la cancha1 de Palermo. Era el sábado 2 y faltaban quince
minutos para que la final del 107º campeonato Argentino Abierto de Polo ---Copa
Movicom Bell Shouth---, comenzara a disputarse. Antonio De la Rua y Shakira
Mebarak caminaron tomados de la mano hasta llegar a sus respectivos asientos.
El, con una camisa suelta sobre un pantalon de lino gris y zapatillas al tono, y
ella, con el pelo lacio, y luciendo un par de blue jeans, camisa estilo búlgaro,
cinturón de cadena dorado y enormes plataformas de corcho y gamuza, subieron
las escaleras sin inmutarse por las miradas indiscretas. Una vez ubicados en sus
butacas la feliz pareja disfrutó, como el resto de las 17000 personas que se
encontraban esa tarde en la cancha de polo, del partido que se disputaron el
equipo Indios Chapaleufú y La Adolfina.
El calor que hizo durante esa tarde no opacó el ánimo de los espectadores,
quienes siguieron las alternativas del juego que culmunó con el triunfo de los
Heguy. Ese día fue muy especial para el hijo del presidente Fernando de la Rua
y su novio, quien veninticuadro horas mas tarde regresaría a Miami, donde vive
la mayor parte del año. Atrás quedaron los casi tres meses de vivencias en la
chacra esteña, Luz de Luna, que la cantante colombiana alquiló en Uruguay.
"Al menos, tuvimos bastantes dias para disfrutarnos sin tener que hacer
largas travesías aéreas", reconoció la pareja. De ahora en más, el
joven abogado tendrá que tomarse un avión hacia los EEUU cada vez que quiera
visitar a su prometida, con quien estaría organizando una boda para el 2001.
Sin precisar la fecha de su casamiento, pero con una sonrisa enigmatica, Shakira
se despidió del país y de su amado. Seguramente, no pasará mucho tiempo antes
de que sus corazones vuelvan a encontrarse.