Amor sin barreras
Amor sin barreras. No solo es el
título de una notable comedia musical, también es la definición más simple
para pintar con palabras la relación de Shakira (23) y Antonio de la Rúa (26).
Desde que cruzaran las primeras miradas en el estadio Luna Park, la pareja se
convirtió en el blanco de críticas y especulaciones. Se comentaban sus
visibles diferencias y la distancia impuesta por el lugar de residencia de cada
uno de los novios.
Sin embargo, el joven abogado e hijo del Presidente y la cantante pop latina más
vendedora del momento desoyeron las voces que los acusaron de improvisados y frívolos.
Ambos decidieron seguir la voz de su corazón e iniciaron un romance a toda
prueba.
Ni las agendas cargadas de obligaciones ni los comentarios periodísticos
impidieron que esta pareja de celebridades se encontrara y se atreviera a
disfrutar libremente de sus sentimientos. Primero fue Bariloche, luego Miami. Frío
y calor. Montañas y playas. Cualquier lugar es válido para dar rienda suelta a
la pasión y los sueños.
El noviazgo de Shakira y Antonio ya cumplió tres meses. Se comprometieron
frente a los padres de ella en Miami y el hijo del Presidente blanqueó su
relación ante las cámaras del canal estatal, el pasado 5 de julio. El primer
mandatario, Fernando de la Rúa (62), dejó de lado el protocolo y dio el visto
bueno a la relación, aunque dijo desconocer qué ritmos canta su futura nuera.
Aíto de la Rúa ( 24), su hijo menor, reclamó clemencia para resguardar la
intimidad de su hermano. Y ahora Inés Pertiné (57) quebró su mutismo y dejó
traslucir que considera a la novia de su hijo como una chica inteligente.
En fin, Shakira y Antonio ya recibieron la aprobación general tan largamente
esperada. Aunque no dieron grandes entrevistas a la prensa, ambos reclamaron
respeto y consideración para experimentar su felicidad como cualquier otra
pareja de su edad. Una vez más la fuerza incontenible de la pasión y el amor
los puso por encima de todo y de todos.
La vida real continúa. Shakira, quien vendió 16 millones de placas, está
preparando desde hace unos meses su próximo trabajo discográfico. Su compañía
grabadora, Sony, le alquiló las instalaciones de uno de los mejores estudios de
grabación de América para que trabajara a sus anchas. La sala está ubicada
nada más ni nada menos que en Nassau, capital de Las Bahamas. Exactamente, en
un enclave paradisíaco llamado Compass Point. Por ese estudio pasaron famosísimas
estrellas de la canción y los grupos más destacados de las últimas décadas.
Allí Bob Marley y Rolling Stones, entre otros, grabaron y mezclaron sus
canciones más famosas. La dedicación exigente de Shakira encontró en Compass
Point un lugar de privilegio para grabar su primer álbum en inglés. A la vez,
para que la cantante colombiana pudiera disfrutar del poco tiempo libre que le
queda después de su trabajo diario, la discográfica la alojó en el condominio
más exclusivo de la isla, Lyford Cay Club. Shakira y su familia ocupan una de
las veinte residencias con playa privada y está protegida por un sofisticado
sistema de seguridad (cámaras de video estratégicamente distribuidas y
guardias las 24 horas).
El jueves 13 de julio la rutina de la cantante quedo a un costado. Antonio de la
Rúa arribó en vuelo de línea al aeropuerto de Nassau y menos de una hora
después estaba parado frente a la puerta del estudio. Luego del apasionado
reencuentro, la pareja cruzó con un auto alquilado los pocos metros que separan
la sala y la puerta del condominio. Atravesaron los bosques naturales que rodean
los campos de golf de Lyford Cay Club, y se recluyeron en la casa hasta la mañana
siguiente. El viernes Antonio pasó el día junto a los padres de Shakira,
mientras la estrella grababa en el estudio. Recién cerca de la medianoche
Antonio fue a buscarla para ir al cine. Al llegar no pudieron entrar porque la
función ya había comenzado y decidieron regresar a la casa. Lamentablemente,
la pareja se perdió y debió dar innumerables vueltas por la isla de la
Providencia durante más de una hora y media. Solo gracias a las indicaciones de
uno de los guardias de un shopping lograron llegar al condominio.
La pareja se levantó muy tarde. Durante la mañana, Lidia Ripoll y William
Mebarak, los padres de Shakira, tomaron sol y baños de mar. Pasadas las 13
horas todo el grupo se dirigió en un auto blanco hasta el hotel Atlantis para
almorzar. El Atlantis es el resort más espectacular de todo el Caribe: está
ubicado en Paradise Island, un islote unido por un puente a la isla de la
Providencia. Tanto durante el viaje como en el almuerzo Antonio y Shakira se
desinhibieron a la hora de demostrar su amor. Se besaron y abrazaron delante de
los padres de ella. La cantante, quien ha experimentado variados cambios de
look, mostró en Bahamas que prefiere cada vez más el cabello muy rubio y
ensortijado, y que permanece fiel a sus plataformas y a sus vestidos largos de
algodón con profundos tajos. Antonio insiste en su look casual (remeras de
algodón, pantalones de gabardina y zapatillas Nike) y también se permite lucir
el pelo bastante más largo, sin gel.
El resto del fin de semana Antonio y Shakira disfrutaron de las blancas arenas
de la playa privada de su condominio y vivieron escenas de absoluta pasión,
como las de aquel encuentro fortuito en las playas de Miami un mes atrás. Nada
les importa más que lo que sienten. Siempre es un buen momento para perderse en
un abrazo o en un beso. La noche del sábado 15 y la brisa cálida de la tarde
del domingo 16 los encontró caminando de la mano sobre la arena mojada, en
silencio, o cuchicheándose secretos al oído. El más importante y oculto:
planean casarse antes de fin de año y sellaron este pacto con un beso
interminable.