Antonio de la Rua y Shakira en Miami
Caminaban
bajo el cálido sol de Miami como cualquier pareja de enamorados. Ella llevaba
su largos rizos rubios al viento, una falda estilo pareo de patchwork, musculosa
blanca y sandalias con plataforma. El, amplios pantalones de lino, una musculosa
color gris y su pelo castaño peinado hacia atrás. Paseaban abrazados por la
calle sin que les importara la presencia del resto de los transeúntes. Cada
tanto se detenían y se fundían en un beso apasionado. Hasta aquí, podría
tratarse de la historia de amor de un abogado de 26 años, quien actualmente se
desempeña como asesor político, y una próspera cantante. Pocos se dieron
cuenta, sin embargo, de que estaban ante la presencia de uno de los romances más
estrepitosos de los últimos tiempos: la historia de amor entre la cantante
latina del momento —quien ya lleva vendidas 16 millones de placas, con lo cual
su fortuna asciende a unos 10 millones de dólares—, y el hijo del actual
presidente argentino, Fernando de la Rúa (62).
Indudablemente, la pasión pudo más. Por eso, Antonio de la Rúa (26) no dudó
en subirse a bordo de un avión y hacer 4417 millas —la distancia entre Buenos
Aires y Miami— para estar en brazos de su flamante amor colombiano. Dicen que
cuando hay amor no existen las fronteras...
Durante la noche de su despedida, el viernes 19 en Bariloche, el hijo del
Presidente argentino y Shakira Mebarak Ripoll (23) decidieron que no pasaría más
de una semana antes de volver a verse. “Encontrémonos en Miami —le habría
pedido la cantante colombiana, luego de una noche de amor celebrada en la
habitación 350 del hotel Llao Llao—. De esa manera vamos a poder estar
tranquilos.”La historia amorosa entre Antonio y Shakira empezó el domingo 26
de marzo en el Luna Park. Esa noche la cantante pop latina hizo vibrar a la
platea masculina derrochando sensualidad. En el costado del escenario
“Antonito”, como le dicen los íntimos, y su hermano, Fernando “Aíto”
de la Rúa (24), decidieron que al final del show se acercarían al camarín de
Shakira para conocerla personalmente. En compañía de los padres de la
cantante, Lidia Ripoll y William Mebarak, los hijos del Primer Mandatario
argentino saludaron a la cantante. Testigos que presenciaron dicho encuentro
aseguraron que Shakira quedó deslumbrada cuando le presentaron al mayor de los
herederos de Fernando de la Rúa. “Mañana regreso a Colombia. Pero estaré
nuevamente en Buenos Aires en la primera semana de mayo”, les dijo Shakira,
con una sugestiva sonrisa a los hermanos De la Rúa.“Nos vemos a la vuelta”,
le habría dicho Antonio, sin saber que “esa vuelta” sería el comienzo de
una historia de amor y pasión.
El segundo show de la cantante latina en
la Argentina, realizado el sábado 13 de mayo en el Campo de polo de Palermo,
volvió a tener entre el público a Antonio y Aíto de la Rúa. La actuación de
Shakira esa noche fue bastante similar a la que había brindado hace más de un
mes en el Luna Park. Pero había una gran diferencia con respecto al show
anterior. La cantante sabía que entre los espectadores se encontraba Antonio,
quien la noche anterior la había besado de un modo inolvidable, durante la
primera salida formal de la pareja.
Habían quedado en encontrarse en Bariloche. Shakira, luego del recital, había
viajado hacia la ciudad rionegrina en compañía de sus padres y su hermano,
Antonio Mebarak Ripoll. Antonio de la Rúa voló hasta el Sur un día después.
La idea era tomarse un descanso de una semana y llevar a la inquietante rubia
latina y a sus padres a pasear por los escenarios naturales de Río Negro. “Es
cierto que la familia la acompaña a todas partes —dijo Guillermo Hernández,
periodista de la Cadena Caracol de Bogotá—. Pero también es cierto que
Shakira es una chica del Caribe. Y las caribeñas son calientes por naturaleza.
Así que no hay que confundirse, aquí, que la conocemos, sabemos que cada tanto
su familia se retira y la deja hacer su propia vida.” Pero la “propia
vida” a la que se refería el periodista colombiano no pudo ser, ya que los
principales medios del país aparecieron en el Llao Llao tras la primicia del
romance entre la exitosa cantante y el hijo del Presidente argentino. Por esa
razón Shakira y su enamorado planearon escaparse en forma separada de Bariloche
—ella lo hizo el día sábado 20 y él el domingo 21—, para encontrarse
secretamente en los Estados Unidos.
Días después, en Buenos Aires, el secretario de Medios del gobierno, Darío
Lopérfido (36), trataba de calmar los ánimos gubernamentales ante la sorpresa
del romance difundido en los medios de comunicación más importantes del país.
“El Presidente no se enojó cuando se enteró del encuentro de su hijo con
Shakira; está en cosas más importantes. Además, los De la Rúa siempre han
sido muy respetuosos de la vida privada de sus hijos. No son de invadirlos”,
dijo Lopérfido. Mientras tanto, el 25 de Mayo, mientras se servía el
tradicional chocolate caliente en la Quinta de Olivos, Inés Pertiné (57)
aseguró, en este mismo número de CARAS: “No existe ninguna foto que
acreedite dicho romance. De hecho, no vi ninguna fotografía comprometida de mi
hijo, Antonio, y Shakira en alguna de las revistas”. Lejos estaba la Primera
Dama de imaginar que CARAS registraría los pormenores del apasionado encuentro
entre su heredero y la cantante en las doradas arenas de Miami. En el unplugged
que grabó para la MTV, Shakira canta desesperada: “Estoy aquí queriéndote,
ahogándome entre fotos y cuadernos, entre cosas y recuerdos, que no puedo
comprender... Estoy enloqueciéndome... Si aún piensas algo en mí, sabes que
sigo esperándote...”. Lo cierto es que no tuvo que esperar mucho para volver
a tener entre sus brazos a su joven y sensual amor, quien tomó un avión rumbo
a Miami la mañana del viernes 26. Una vez en la ciudad, Antonio primero se
instaló en un departamento que alquiló desde Buenos Aires, ubicado en pleno
South Beach, y luego fue al encuentro de su flamante amor.
Esa noche la pareja cenó en compañía
de los padres de la cantante en el restaurante Carpaccio, de Bal Harbour. Al día
siguiente, exactamente a las 12:15 del mediodía, Shakira —quien vive en un
lujoso piso de Miami Beach, de tres dormitorios, junto a sus padres—, pasó a
buscar a su enamorado en un Mercedez Benz deportivo color negro. Dispuestos a
disfrutar de un día glorioso —la temperatura de Miami era la ideal, y ellos
estaban felices de estar juntos nuevamente—, Antonio y Shakira se dirigieron
hacia el Sur de Miami. Estacionaron el vehículo en el tercer piso del Sunset
Shopping y caminaron tomados de la mano hacia el interior del mall. Ordenaron su
almuerzo y, mientras lo preparaban, decidieron matar el tiempo jugando un rato
al pool en un barcito cercano al restaurante. La pasión que une al abogado y a
la cantante pop quedó explícita en las distintas manifestaciones de amor que
ambos se proporcionaron durante el juego. Luego de almorzar, Antonio y Shakira
jugaron un rato al tenis y después partieron rumbo a la playa que está frente
al departamento de la cantante, ubicado sobre la avenida Collins. El calor de la
tarde logró ponerle más énfasis a la pasión que sienten el uno por el otro.
Sin importarles las miradas de los románticos turistas que, como ellos, se
besaban amorosamente mientras el sol caía en el horizonte, Antonio y Shakira se
mimaron con escenas de alto voltaje pasional.
El domingo 28 al mediodía Shakira, una vez más al volante del Mercedez Benz
deportivo, pasó a buscar a su enamorado para almorzar en algún restó de
Coconut Grove. Luego pasearon durante aproximadamente dos horas por South Miami
hasta llegar a Brickell Key, una de las exclusivas islas residenciales del
lugar. Aunque ninguno de los dos habló sobre la relación que los une desde el
viernes 12 de mayo —día en el que se dieron el primer beso—, una vez más
las imágenes hablaron por sí mismas.